jueves, 30 de mayo de 2013

Annual a Driouch,

Sin hotel y tentado de montar mi tienda en Annual fue Mansour ,el panadero de Krona, el que se hizo cargo de mi en la noche y me ofreció una casa cerrada en la que hoy he despertado tarde y no del todo descansado.

Debería hacer hoy un día de descanso pero he preferido canjearlo por hacer media etapa, ampliar mis horas de descanso y no perder ritmo ni habito de pedaleo. Por eso hoy solo he hecho un puerto para salir del cerco de las montanas que rodean Annual y caer sobre la llanura del río Kert.

Hoy es jueves y por tanto hay zoco en Temsamane. Eso significa que todos los comerciantes de la zona, grandes y pequeños, están de mercado y mantienen sus tiendas cerradas. He tenido que echar mano de todas mis reservas de provisiones hasta que en Ben Taieb, alejada del zoco, me ha abierto las puertas de un gran desayuno.


He rodado luego rápido hacia Driouch. capital de provincia y centro del llano. Hoy dormiré aquí como en los días de aquel mi primer mayo de vida en 1954.

Hace veinte anos volví a este pueblo viajando en un coche de alquiler desde Melilla y, como me ha sucedido hoy, un misterioso radar me ha llevado de nuevo hasta la casa en la que vivía con mis padres.

Allí sigue la nieta de la buganvilla que aparece en las fotos de entonces y el sol agranda el pequeño jardín en el que mi madre me daba ratos de amor y de aire de Rif, tan bueno.




Alhucemas a Annual


Alhucemas a Annual

Annual es una palabra extraña que evoca en los españoles un estremecimiento triste y remoto. En el pueblo de ese nombre, perdido en el Rif, se fraguo una desgracia militar que costo la vida a muchos jóvenes nuestros en los calores de 1921.


Hace tiempo que quería conocer estos parajes y ha sido esta mi primera llegada a lomos de mi bici y luego de sudar una pedregosa y larga cuesta desde el mar.

Pero la mañana ha sido llana y empujada por la brisa de poniente. He recorrido por su borde la larga bahía de Alhucemas hasta que a mi espalda ha desaparecido la ciudad en el promontorio al extremo oeste y entonces he serpenteado por un desierto gris y nuevo con bordes cortados por el viento y la erosión. La soledad de 60 kilómetros sin pueblo alguno ha hecho que me detuviera de tanto en tanto a confirmar la ruta.


Al mediodía he virado al sur y he empujado por las colinas que reptan hacia Annual. Extraños pensamientos de la guerra remota cuando en mis ojos solo se dibujan los colores apacibles de la primavera en el Rif: trigo casi branco, flores lilas semejantes a la lavanda y el ocre rojizo del terreno esperando la quemadura de sol que le espera.

Al comienzo de la tarde solo se oye el viento. Me detengo, bebo alguna cosa, converso a parches de francés y español con los jóvenes y me aseguro que el recuerdo de la tragedia solo pervive en quienes siguen leyendo libros de historia.



martes, 28 de mayo de 2013

Cala Iris a Alhucemas



Ni un alma al amanecer. Solo el ciclista que se apura en recoger sus cosas. Recorro a pie el camino hasta el puerto de cara al sol naciente.



Empujo poco convencido en ayunas y mi venganza se consuma con dos desayunos en ruta, el segundo con huevos fritos, aceitunas y aceite para untar.

El paisaje y la carretera son hoy perfectos. Ondulados como los campos del Alentejo en Portugal.


Los restos de la antigua carretera aparecen a trechos abandonados sin mas compañía que los eucaliptos desmelenados.

Esta zona del Rif es mas rica y mas poblada. Alcanzo la N2 que llegq directq desde Tetuan t al poco el azul de la bahia de Alhucemas se apodera del paisaje.

Encaramada donde solía, a plomo sobre la ensenada del Quemado, la vieja Villa Sanjurjo me recibe de nuevo casi veinte anos después de mi ultima visita,

Jebha a Cala Iris



Ha amanecido por completo silencioso en Puerto Capaz. Sin vehículos en paso y con habitantes perezosos he desayunado  solo en la terraza del hotelito a la espalda de la valla del puerto.

Mi etapa de hoy era mas breve, así que he dejado que mi concentración se tomara algún descanso.


He hecho coincidir mis paradas para tomar resuello con la presencia de algún lugareño que encontraba en los bordes de la carretera esperando transporte, cuidando cabras o por alguna razón que solo ellos conocen. Converso mientras bebo agua. Informo de mi ruta; el origen y el destino y, si hace falta,  hago senas bien reconocibles con las manos.


Mi personaje de hoy ha sido un hombre mayor con el que he compartido grandes y repetidas exclamaciones sobre el vibrante pasado de Puerto Capaz en tiempos de los españoles.

El resto del día han sido cuestas indecentes a lomos de un paisaje seco, duro y casi de un solo color de tierra quemada y pedregosa.


Mi ultimo giro ha buscado el mar para terminar mi jornada. Pasando por Torres de Alcalá he llegado a Cala Iris, una ensenada limpia y solitaria sin poblamiento. Tan solo un puerto edificado por el gobierno japones y un camping después de un kilómetro de sendero y del que soy hoy el único cliente.

A lo lejos, rematado por algunas paredes blancas, esta el Peñón de Velez de la Gomera.


domingo, 26 de mayo de 2013

Ouad Lau a Jebha (Puerto Capaz)

Cuestas.

Habia mascosas en la etapa, perosobre todo cuestas. Numerosas, largas y muy empinadas.

Mas de 80 kilometros asi esta en los limites de lo que puedo aborda sin llegar a desfallecer. He estado muy pendiente y me he alimentado, hidratado y dosificado mejor aue nunca.

Al fin, bajo una roca característica y al abrigo del viento de levante allí estaba Puerto Capaz. Remota, aislada y dejada de la mano de dios y de los gobiernos siempre recelosos de los indómitos rifeños:

Ocho horas sobre la carretera con la tregua de un cielo nublado que me ha protegido mas del sol aue cualquier ungüento,

He aceptado al llegar un hotel mínimo pero con ducha caliente; que era cuanto necesitaba a las 4. Tomando mis notas sobre la cama miro, abobado; como gotea mi pantalón de ciclista recién lavado y el aire se llena de frituras de pescado.

El puerto se agita pero no demasiado. Ingiero plátanos y almendras y en un rato me haré con una fuente de calamares.

Este lugar mantuvo una pequeña pero activa comunidad española en tiempos del Protectorado y se que mi padre se asomo a esta ensenada hace sesenta anos. Mi revisión de los vestigios arroja unas pocas construcciones tapiadas y los tocones de lo que entonces fueron protectoras moreras.

sábado, 25 de mayo de 2013

Fndiq a Uad Lau


Un huevo nadando en aceite y escoltado por aceitunas, como en el Metropol de Tanger, ha sido el ingrediente principal de mi desayuno en Castillejos.

A esa primera hora, las ocho, apenas había trafico en el camino a Tetuan. A cambio, una legion de jardineros mantenía la pulcritud de los jardines que, por kilómetros, jalonan las villas y hoteles de Restinga y Smir.

En el rincón tenia una cita con mi infancia en el borde de la playa que ha menguado tanto a favor de un lustroso paseo. Hay un viejo solo y afanado en la reparación de su red que levanta la cabeza y conversa conmigo en español. Ya no hay golpeteos de carpinteros de barcas; confinadas ahora en un arrinconado y rocoso puerto.

Renuncio a acercarme al cabo Negro y a Martil por no ampliar arriesgadamente la etapa.

Bordeo Tetuan afligido por el viento en una interminable circunvalación. Cruzo el río y tengo franca la carretera a Uad Lau, a 40 kilómetros. A una primera hora veloz le han seguido fatigosas cuestas que hablan del poco afecto de los ingenieros marroquíes por los puentes y, por esa razón, nos vemos arrojados la carretera y yo a la profundidad de cada arroyo y a las crestas de una costa abrupta y elevada a plomo sobre el mar. No puedo evitar pensar los buenos motivos que tuvo mi padre para no meterse nunca con su coche en este berenjenal,



En bici no hay ocasión a la duda y persevero hasta alcanzar, poco después de las dos de la tarde y tras 82 km de etapa el plácido y costero Uad Lau, en el mismo borde del mar y del río que le da nombre.

Mi hotel hoy es mínimo pero su ducha reconfortante y la azotea esta batida por un persistente viento que todo lo seca.

Tanger a Fndiq


Como haria un holandes sensato, a las 8,20 ya salia pedaleando del camping de las Grutas de Hercules, en Tanger

Atravesar esa ciudad siempre creciente ha tenido el consuelo de un enorme y nutritivo desayuno, con la reserva de una torta bien rellena de aueso de bola.

Muy nublado el cielo he tenido aue olisqueqr Malabata para dejar atrás el caos de una magnana de viernes

Rumbo a Alcazar Seguer, aislada hasta hace poco en mitad del estrecho. Desde hace un par de agnos el puerto Tanger Med invade auella soledad y a donde antes nadie iba llegan hoy una autopista, via Malusa, numerosas vias de tren  y la mitad de los contenedores aue arriban al Estrecho.

La enorme montgna de granito aue ponia fin a nuestros viajes a Benzu, de nignos; ha sido hoy mi tormento ciclista. Once largos kilometros de una despiadada cuesta incansable.

En lo alto; la carretera se ca hacia el mediterraneo como si fuera un vuelo por el patio de atrás de Ceuta. Viento peligroso y mis manos soldadas a los frenos.



Poco despues de las tres estaba en el antiguo Castillejos, hoy Fnidq. 82 km. Son un buen  fin de etapa. Hoy hotel para rehabilitar estas dos piernas. Al este; lejos; me espera manana Rincon de Mdiq y el Cabo Negro.




كيف يمكن لعاقل الهولندية، في 8.20 وخرج ركوب المخيم من كهوف هرقل، طنجة

تعبر مدينة دوما وقد تم زيادة الراحة من وجبة إفطار صحية كبيرة مع حجز مليئة جيدا كعكة الكرة aueso.


غائم في السماء معظمها كان لي AUE olisqueqr مالاباطا لتترك وراءها فوضى وMagnana الجمعة

نحو Seguer الكازار، معزولة حتى وقت قريب في منتصف المضيق. منذ بضعة طنجة ميد ميناء agnos auella غزو العزلة وحيث لا أحد سيأتي اليوم قبل أحد الطرق السريعة، عبر Malusa، والعديد من خطوط السكك الحديدية ونصف من الحاويات تصل إلى مضيق AUE.

ضخمة من الجرانيت montgna ponia AUE نهاية رحلاتنا إلى بنزو من nignos، كان اليوم بلدي الدراج العذاب. أحد عشر كيلومترا من لا يرحم لا تكل التكاليف طويلة.

في الجزء العلوي، الطريق إلى كاليفورنيا البحر الأبيض المتوسط ​​مثل الفناء الخلفي طيران من سبتة. الرياح الخطرة ويدي ملحومة على الفرامل.


بعد فترة وجيزة من ثلاثة كانوا في Castillejos القديمة، Fnidq اليوم. 82 كم. فهي خطوة جيدة ل. اليوم فندق لإعادة تأهيل هذه المباراتين. إلى الشرق، والآن، وأتوقع غدا Mdiq رينكون وكابو الأسود.



sábado, 18 de mayo de 2013

Preparativos para Marruecos

En unos días salgo para Marruecos.

Mi plan es una travesía en bicicleta por el norte del país, en una primera etapa, y otra gira por el Atlas en compañía de mi hermano Alberto que se incorporará, si puede, más adelante.

La compañía Vueling que me había vendido un billete de Barcelona a Nador decidió suprimir esa ruta, por lo que he tenido que coger Tánger como punto de partida. Sin duda es una oportunidad para abordar la costa del Rif desde el oeste. Los 70 km. de Nador a Annual se han convertido en más de 300 para llegar al mismo enclave. Lo dicho, una oportunidad de conocer Uad Lau, Puerto Capaz, Torres de Alcalá, Vélez de la Gomera y otros lugares de la aislada costa rifeña..

Desde que regresé de Asia he cuidado de entrenar, casi a diario, para recuperar mi hábito a la bicicleta, tan distinta de aquellos cacharros de paseo de los que disfruté en Asia. Incluso en la estancia con mi madre en Asturias llevé la bici para "atacar" todos los días algunas buenas cuestas.

El resto han sido preparativos. Sobre algunas pequeñas mejoras en el equipo de bici, los repuestos, la elección de los utensilios a llevar, la caja de cartón para transportar la bicicleta en el avión y cosas así.

Ya no queda nada. Hoy he hecho mi seguro de viaje y mañana desmontaré de nuevo al bici para entrenar esa operación. He buscado alojamientos y he esbozado las etapas. Empiezo a desear el buen tiempo que hace tan propicias las singladuras en carretera. Pocas cosas más.



sábado, 6 de abril de 2013

Memorias de África


Out of Africa es la película de la televisión que anima este sábado de abril.

Mi madre mira a ratos la pantalla envuelta en la manta a cuadros con la que combate su friolera y hace unos minutos mi sobrina Inés me ha vencido por primera vez en la última de nuestras decenas de partidas de ajedrez de estos días gélidos.


He llegado a Cuérigo, en la Asturias montañosa, hace unos días, en compañía de tres mujeres de la casa con la intención de pasar el mes entero acompañando a mi madre.

Maite en 1942 (18 años)
Merryl Streep, con su pelo rizado, con su determinación y rebeldía me recuerda a Maite, mi madre, a sus treinta años en Marruecos.

Inés y Matilde se van mañana. Este viaje quieto de los dos veteranos de mi familia ha sido mi proyecto favorito para estos meses de liberación del trabajo. Más que ningún otro viaje deseaba esta estancia apacible y larga en nuestra casa añosa. Es única.

En la pantalla Kenia se llena de verdor en tiempo de lluvias y recuerda el Rif, en la llanura del Kert, aunque sin su quebrado horizonte. No se si entonces, bajo ese sol, los días eran tan breves como a mí me lo parecen ahora.

No tengo más preocupaciones que atender la larga lista de arreglos que he ido preparando estos días. Y en estos quehaceres empleo el día entero sin apercibirme del paso de las horas. En cuanto me descuido, de nuevo se hace la hora de retirarme a dormir.

Melusa 1956
Hace ya tres años que sacamos a mi madre de su casa de Valladolid, en la que vivía sola, para trasladarla a Madrid, más cerca de sus hijos y de sus nietos. Desde entonces, solo ha estado en el pueblo un día de junio del año 11.

Por eso planee una estancia larga aquí, para que tuviera la ocasión de ser reconocida por los vecinos y de ser saludada por su nombre.

Me pareció que ese territorio familiar hará que parezca vida lo que en la ciudad nueva parece supervivencia. No sé que tal de buena será esta medicina, pero se lo bien que me sabe acompañarle.

Mientras escribo, Robert Redford ha llegado de Mombasa con su avión y lleva a esa mujer joven a los cielos. Detengo mi escritura para volar con ellos sobre el Serengueti.

Saboreo la lentitud con la que vivo el día y hasta imagino, a ratos mis días venideros de anciano en esta misma casa, envuelto en la misma manta que ahora cobija a mi madre.

Cuando Karen Blixen salía de expedición con Farah, su criado somalí, le pedía a éste, al término de la jornada, que se adelantara para preparar el campamento y encender el fuego. Creo que también mi madre, al atardecer, se me adelantará al final del camino y me esperará pacientemente allí.

Maite 2013 (89 años)

domingo, 24 de marzo de 2013

Llueve


Hace unos días llovió en Vietnam. Por primera vez en más de 120 jornadas y aunque fuera poco llovió.

No es el caso de hoy. Tiempo sereno en Bangkok. Sol, versión fuego, trepando hacia los 35 grados.

Mientras entretengo mis últimas horas para subir al avión que me devuelve a España llueve ahora de otra manera.

Y lo que ahora cae, como agua que jarrea tras los cristales, son miles de imágenes rápidas que recorren mi pensamiento, calando. Los rostros de tanta gente como he tropezado, casi borrados algunos y nítidos y brillantes otros, que no han dejado de mirarme.

Si me emociona viajar es por el contagio.

Las manos que he estrechado reteniéndolas un instante, las miradas pacientes hasta tener la sonrisa por respuesta, la gente que guardó un último cazo de caldo para hacer una sopa sabiendo que llegaba, como acostumbran a hacer los clientes, los que de un día para otro aprendían palabras nuevas en inglés para darme de nuevo la bienvenida.  Gentes rápidas como los vietnamitas, dulces como los camboyanos, lentos como los laosianos o modernos como los tailandéses. Todos ellos me han contagiado

La gente me ha regalado un rato impagable de su vida. Me he sentido verdaderamente en casa.

Nada de aviones. Realmente salgo de Asia pedaleando en alguna de mis bicicletas de alquiler y rodeado de niños que quieren, de nuevo, jugar conmigo.


Bangkok, 27 de febrero de 2013

lunes, 25 de febrero de 2013

Desayunos


El desayuno ha sido siempre para mí la comida principal en un viaje. Que no habrá sido aquí en Asia, en donde se cena entre seis y siete de la tarde, y esa primera comida del día pone fin a más de doce horas de ayuno.

Champasak. Laos
Como todo el mundo, yo tengo un desayuno preferido por encima de cualquier otro. Está compuesto de un café con leche de mi vieja cafetera italiana sin mango, un par de latas esmaltadas, algo dulce o salado o ambas cosas y, sobretodo, tendido en el suelo sobre una manta y con un pequeño mantel en cualquier parte.

Nada de eso es posible aquí. El desayuno preferido en Asia está compuesto de sopas de fideos de arroz, como el resto de comidas del día, Hay café filtrado pero supone un riesgo que no he querido correr. Me he apañado con té lipton, que sabe igual en todas partes, y un par de huevos con pan. Es curioso, pero en los cuatro países por los que he viajado estos meses tienen siempre esa oferta para los extranjeros.

Habiendo asumido que a lo más que puedo aspirar para desayunar es a un té y unos huevos fritos lo más difícil ha sido encontrar el mejor lugar y al mejor precio para disfrutar esa comida inaugural del día.

Battambang. Camboya
He tenido suerte. He dado con lugares muy buenos para desayunar en todas partes. Algunos localizados en el primer paseo y otros que han sido fruto de una investigación concienzuda para la que no he regateado esfuerzos. Si encima disponía de bici podía llegar muy lejos en esa búsqueda.

Koh Kong. Camboya
Cuando he permanecido algunos días en el mismo lugar he completado la alegría del cuerpo con la simpatía de los hosteleros, tan habituados a ver caras que con las mismas desaparecen en unos minutos. Para mí y para ellos el reencuentro matinal tenía el impagable añadido del afecto y de la clientela.

Hace unas horas ha sido mi último desayuno en Vietnam y también, me temo, los últimos huevos en una temporada si quiero volver al equilibrio. Era una mañana de Saigón luminosa y preparatoria del calor extremo que zurra en esta ciudad en cuanto el sol se apodera del cielo. He repetido té y he comido con ganas, pero algún cambio de turno me ha privado de las sonrisas de quienes me han servido estos últimos días.

Pienso ahora, un poco tarde, que hice una buena colección de fotos de las mesas matutinas pero no retraté a ninguno de mis hospederos. Algo a corregir. Una enseñanza más de este viaje.    

Hué. Vietnam

viernes, 22 de febrero de 2013

Paradise homestay (versión en inglés y en francés)


On this trip I've traveled a few hotel rooms. Just about 31 in four different countries. These are an important part of all of my travel accommodation, given my consistent love of camping.



My modest budget given here in Asia, to stay with dignity by between 5 and 10 euros a day and in this range have been my choices, sometimes more fortunate than others but always rigged.

But now at the end, in the Delta, has reached my paradise. This is how I found my room.

I arrived at midday to Vinh Long, by bus from the nearby town of Tra Vinh. By then I had decided to move calmly, in the twelve days that I had to travel, and stay a few days in this river city. We continue to Can Tho later.

I started walking from the periphery, which left me transport to the center of Vinh Long and in these, I turned to help a poor couple who have given a smack with his little bike just a few meters behind Me. Nothing serious, but I was the only traveler, backpacking built, that they came and went.


The fact is that at that time stood a girl with his motorcycle, asked if I had already informed me of hotel and accommodation available in the homestay family. Surprise!

He offered me right there room, dinner, breakfast and bike rentals for 10 euros a day. While reacting, I said I did not need dinner and it was 7.5 euros up to me spending budget. She accepted my counteroffer immediately and asked me to wait five minutes on the site, under that sun, for someone to come looking for me with a second helmet.

While waiting I thought if I was precipitate. It will have wifi in the house? Is he in a suburb in a hellish Vietnamese? But on the other hand, I thought it might be a shared experience with local house. One night. Prove one night.

He arrived on time an own with an extra helmet. I got in and I got carried up a ferry berth in the Mekong. There I had a moment of stupor and weakness but where am I going? Rider realized that refused as a nag and made calls, I passed the phone, got the girl and, closing his eyes, embarked. I could always turn around.

I crossed my favorite river and another young woman waiting for me on his bike, paid the ticket for me and took me by a cement track width of two meters to a house.


I crossed my favorite river and another young woman waiting for me on his bike, paid the ticket for me and took me by a cement track width of two meters to a house.

A wonderful place: a country house surrounded by fruit trees and flowers and half a dozen tourists as lying in their hammocks green lizards!

I was thrilled.


The rooms were forested. Four walls of straw, homeless, simple, good and hard bed under a mosquito net square. Bathrooms very clean and in a separate outdoor reminded me completely campsites.

This is heaven for a guy like me. The simplest Room Tour and more welcoming. With accommodations like this could be traveling a straight year, stopping as a woodchuck fortnight at each site as this.

Where I have gone?

My paradise is called Ngoc Phuong, in the village of An Binh, on an island between two arms of the mouth of the Mekong, and the Song Tien Song Co Chien.

Finally enjoy my last days sleeping in the river, entirely surrounded by her arms.



Texte en français


Lors de ce voyage, je suis allé un peu chambres d'hôtel. À peu près 31 dans quatre pays différents. Ceux-ci représentent une part importante de l'ensemble de mon hébergement des voyageurs, étant donné mon amour constant de camping.

Mon budget modeste, compte tenu ici en Asie, pour rester dans la dignité par entre 5 et 10 euros par jour et dans cette gamme ont été mes choix, parfois plus heureux que les autres, mais toujours truquées.

Mais maintenant, à la fin, dans le Delta, a atteint mon paradis. C'est ainsi que j'ai trouvé ma chambre.

Je suis arrivé à midi à Vinh Long, en bus de la ville voisine de Tra Vinh. D'ici là, j'avais décidé de passer tranquillement, dans les douze jours que j'ai eu à voyager et séjourner quelques jours dans cette ville du fleuve. Nous continuons à Can Tho plus tard.

J'ai commencé à marcher à partir de la périphérie, ce qui me laisse transporter vers le centre de Vinh Long et dans ceux-ci, je me suis tourné pour aider un couple pauvre qui ont donné une gifle à son petit vélo à quelques mètres derrière Maine Rien de grave, mais j'étais le seul voyageur, sac à dos construite, qu'ils allaient et venaient.

Le fait est que, à ce moment-là se trouvait une jeune fille avec sa moto, m'a demandé si j'avais déjà m'a informé de l'hôtel et le logement disponible dans la famille d'accueil. Surprise!

Il m'a offert là location de salle, dîner, petit-déjeuner et le vélo pour 10 euros par jour. Bien réagir, je disais que je n'ai pas besoin de dîner et il était de 7,5 euros jusqu'à moi le budget des dépenses. Elle a accepté mon contre-immédiatement et m'a demandé d'attendre cinq minutes sur le site, sous ce soleil, pour que quelqu'un vienne me chercher avec un second casque.

En attendant, je pensais que si j'étais précipité. Il aura wifi dans la maison? Est-il dans une banlieue un Vietnamien infernales? Mais d'un autre côté, j'ai pensé que ce pourrait être une expérience partagée avec la maison locale. Une nuit. Prouver une nuit.

Il est arrivé le temps d'un propre avec un casque supplémentaire. J'ai pris et je me suis porté jusqu'à un quai de ferry dans le Mékong. Là, j'ai eu un moment de stupeur et de faiblesse, mais où vais-je? Rider rendu compte que comme un bourrin a refusé et a fait appel, je suis passé au téléphone, a obtenu la jeune fille et, fermant les yeux, embarqué. Je pourrais toujours faire demi-tour.

J'ai traversé ma rivière préférée et une autre jeune femme m'attend sur son vélo, a payé le billet pour moi et me prit par une largeur de piste en ciment de deux mètres d'une maison.

Un endroit merveilleux: une maison de campagne entourée d'arbres fruitiers et de fleurs et une demi-douzaine de touristes comme se trouvant dans leurs hamacs lézards verts!

J'ai été ravie.

Les chambres ont été boisées. Quatre murs de paille, sans-abri, lit simple, bon et dur sous une moustiquaire carrée. Salles de bains sont très propres et dans un plein air séparé m'a rappelé les campings complètement.

C'est le paradis pour un gars comme moi. Le Tour simple Chambre et plus accueillant. Avec un logement de ce type pourrait être un déplacement année consécutive, l'arrêt comme une marmotte quinzaine de jours à chaque site comme ça.

Où je suis allé?

Mon paradis est appelé Ngoc Phuong, dans le village de An Binh, sur une île entre deux bras de l'embouchure du Mékong, et la Chanson Chanson Tien Co Chien.

Enfin profiter de mes derniers jours de dormir dans la rivière, entièrement entourée de ses bras.