Tan solo he podido tomar algunas notas sobre la primera gran etapa de “península” en los bordes de mis tres hojas impresas con la ruta a seguir. Dos o tres palabras si acaso para clavar con un alfiler en mi memoria algún pequeño suceso, un nombre o un dato con los que hilar una mínima crónica en otro momento.
Más tarde he pensado que hacer una descripción del itinerario estrictamente caminante podrá interesar a los aficionados pero se hará algo pedregosa para quienes tienen otras aficiones. Así que, bien pensado, usaré las notas para añadir información a las guías mediante una página web aparte y en este blog dejaré colgadas imágenes de la travesía como estas que siguen, envueltas en la música de Bruce Springsteen.
Mostrando entradas con la etiqueta Costa Brava. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Costa Brava. Mostrar todas las entradas
viernes, 23 de julio de 2010
jueves, 1 de julio de 2010
Caminantes
Supongamos un viaje en avión a un lugar lejano. Por ejemplo a India. Te pasas el vuelo mirando una pequeña pantalla que tienes a un palmo de tus ojos en el respaldo del asiento de delante. La figura de un avioncito, y su trazo sobre un mapa como si fuera su estela, te va informando de que sobrevuelas Rumanía rumbo al Mar Negro; más tarde, la línea roja roza el norte de Irán hasta adentrarse en el dibujo azulado de Afganistán, mientras no dejas de pensar en las refriegas que se suceden a treinta mil pies más abajo. Al llegar a Paquistán la escala del mapa se amplia para aproximarse al destino. La verdad es que viajando así hay poca diferencia con pasar el dedo por la superficie de un globo terráqueo con luz de los que iluminan el atardecer de las habitaciones de los críos. Un largo recorrido para un corto viaje.
Por el contrario, si te echas a caminar cualquier día de buena mañana sin tomar exacta cuenta de las distancias, si das cobijo en tu mochila a lo imprescindible y no pierdes ligereza para subir y bajar senderos y si, en fin, caminas constante dejando que sean tus sentidos quienes vayan abriendo la marcha, entonces sí que haces un largo viaje aunque el mapa diga que el recorrido es corto.
Con días así es como se va haciendo un caminante.
El sábado salimos a pié de Palamós, en la zona más abrupta de la Costa Brava gerundense, rumbo a Bagur que está a unos 25 kilómetros al norte. En nuestro equipaje tan solo una tienda ligera, nuestros sacos, un refrigerio y agua.
Ocho horas después, las mismas que hay en avión de Zúrich a Delhi, montamos nuestra tienda en un rincón de arena entre las rocas en un borde de la rada de Tamariu, a casi veinte kilómetros de la partida. Antes de dormirme repasé el camino recorrido, guardé en orden los olores, me aseguré de que quedaban en su sitio las imágenes y, en ese último momento del día, me acordé de mi amigo Juan González.
Juan me enseñó a diferenciar las cañadas de los cordeles y las veredas como haría cualquier pastor de la trashumancia. Me nombró las muchas palabras con las que se da nombre a los caminos de tránsito ganadero, como traviesas, azagadores, galianas, carredadas, ramales y algunas otras.
Con días así es como se va haciendo un caminante.
Etiquetas:
Caminos,
Costa Brava,
India,
Juan González,
mapas,
Trashumancia
Suscribirse a:
Entradas (Atom)