Travesía en bicicleta desde Santa Olalla de
Cala a Cerro Muriano
Sierra Morena
Agosto de 2016
La Sierra Morena es un espacio geográfico que
habita en nuestra memoria. Aparece como escenario de la historia de las
fronteras medievales, de las leyendas modernas de bandoleros e invasores y de
los tiempos actuales de puesta en valor de los espacios naturales.
Sobre el terreno sorprende un territorio tan
amplio, escasamente habitado, en el que pueden sortearse las vías de
comunicación, atravesar bosques y secanos en donde no se espera a nadie y, en
verano, resistir el calor envuelto en un silencio ardiente y pacífico.
Sierra Morena se presta a un recorrido con
continuidad, a pie, a caballo o en bici, que va desde la frontera portuguesa
hasta Despeñaperros, con más de 500 kilómetros de carriles, veredas de
trashumancia y caminos, siguiendo el GR 48 por las provincias andaluzas de
Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén. En esta ocasión, la travesía abarcó algo menos
de la mitad del recorrido posible, desde Santa Olalla de Cala, en Huelva, hasta
Cerro Muriano, en la provincia de Córdoba.
Entre la meseta castellana y la depresión del río Guadalquivir, la Sierra se presenta ondulada, predominando una sucesión de colinas entre los 150 y 250 metros de altitud y algunos collados, de laderas normalmente suaves, que pueden alcanzar los 400 metros de altitud. No hay cursos reseñables de agua y si algunos pantanos en la ruta o muy próximos.
¿Cuál es la mejor época para ir?
No hay duda de que en la primavera o el otoño, con sus temperaturas moderadas y las vistosa transformaciones del paisaje que ofrecen esas estaciones, son los días ideales para adentrarse en estos caminos. En nuestro caso, el reto ha sido rodar en pleno verano. Sin duda es desaconsejable, pero apto para gente intrépida y, al tiempo, prudente.
Como cabe imaginar, los días resultaron abrasadores, con temperaturas máximas diarias que no bajaron de 32 grados y que llegaron a alcanzar los 36 o 37 al aproximarnos al Guadalquivir. Las noches fueron menos agobiantes, con temperaturas entre los 21 y los 24 grados.
Estas temperaturas nos llevaron a la búsqueda de distintas estrategias para aminorar su impacto. Teniendo en cuenta que no conseguíamos salir antes de las 9 o 9,30, el mejor plan resultó ser rodar hasta las 14 horas (12 hora solar) tirar la lona bajo una encina y dejar pasar las peores horas comiendo, dormitando o conversando, hasta que se retomaba la marcha a las 17:30 o 18 horas hasta las 20, o algo más si era necesario.
¿Cómo llegar a Sierra Morena?
Después de estudiar el asunto, nos inclinamos por hacer el recorrido en el sentido oeste a este siguiendo la guía disponible, http://senderogr48.sierramorena.com/, que resulta de gran ayuda. La reflexión también nos llevó a dejar el coche en Adamúz, a 45 km de Córdoba y pueblo muy bien situado para poder abandonar el recorrido en diferentes puntos, según las circunstancias.
Por los días de vacaciones disponibles y la facilidad de las rutas de autobuses iniciamos la travesía en Santa Olalla. Para ello alcanzamos Córdoba en una hora, en el autobús local, dos horas más en Alsa hasta Sevilla y una última hora corrida hasta el punto de partida.
Con carácter general, las ciudades de Sevilla y Córdoba, son los mejores puntos de aproximación a Sierra Morena porque disponen de trenes y autobuses de conexión nacional y, al tiempo, una amplia red de transportes regionales para conectar con la Sierra en diferentes puntos.
¿Cómo es la ruta?
La travesía de Sierra Morena se hace sobre el GR 48 que transcurre por la totalidad del recorrido. Para ello se va sirviendo de carriles agrícolas o caminos de servicio a las dehesas, por veredas de trashumancia de ganado y por algunos pequeños tramos de carretera locales. Todos ellos son ciclables, aunque con firmes de limpieza variable pero de buena consistencia. Solo en un pequeño tramo de 4 km a la salida de Cazalla rumbo a Constantina (provincia de Sevilla) hay que empujar la bicicleta por un sendero estrecho y con afloramientos rocosos.
La ruta es de muy sencilla navegación, bien señalizada y con escasas bifurcaciones. Es imposible perderse y requiere poca energía este aspecto del viaje.
La orografía es favorable. El terreno es ondulado y no alcanza elevaciones señaladas. Cuestas y descensos moderados con collados poco expresivos y descensos breves a vaguadas y ríos. Salvo el río Cala, los demás son ríos secos o arroyos. El camino bordea dos hermosos pantanos.
El territorio es muy poco poblado. Son escasos los pueblos y la separación entre ellos rara vez baja de los 20 km. Excepcionalmente, entre Almadén y el siguiente pueblo al oeste, Cazalla, hay 45 km con la única cuesta larga entre ellos, llamada con oportunidad El Calvario. Es este largo tramo el único de los recorridos que requiere un abundante aprovisionamiento de agua.
En el campo hay algunos cortijos de tanto en tanto, visibles o accesibles desde la ruta, pero que aparecen en su mayoría, en agosto, como cerrados o sin movimiento. En todo el camino hay ganado vacuno, cerdos ibéricos, toros bravos, caballos y cabras. En cuanto al arbolado predominan las encinas, los arbustos como la jara y algunos pinos. En la aproximación al Guadalquivir aparecen las grandes fincas de naranjos.
¿Cómo procurarse alimentación?
En Andalucía los desayunos son excelentes. Hay bares en todas partes que abren a partir de las 7 de la mañana y tienen una variada oferta de tostadas y otras delicias. Los pueblos por los que se pasa tienen supermercados y pequeñas tiendas para proveerse de alimentos para el tente en pie de la jornada. No merece la pena cargar con alimentos, pues bien la comida o la cena se podrán hacer en el final de etapa con una oferta suficiente de menús a un buen precio.
Otro asunto es el agua. No hay fuentes en todo el recorrido. Esta circunstancia unida al cierre o soledad de los cortijos hace que tengamos que transportar toda el agua necesaria para cada jornada. En nuestro caso, en medio de agosto, llevamos entre 2 y 3 litros por persona para etapas de 45 a 50 km, a un ritmo moderado de pedaleo.
En bicicleta, nuestra dieta consistió en un desayuno de tostadas completas de aceite o mantequilla y mermelada con café. En ruta bocadillos de mollete con pâté y pavo, pollo o salchichón. Para la noche, pescado, carne y abundante fruta. Algún lácteo adicional y cacahuetes.
¿Dónde dormir?
En todos los pueblos de nuestro recorrido parcial de la Sierra hay alojamientos económicos (entre 30 y 35 euros por una habitación para dos en 2016) Escasean los albergues, como el de juventud de Constantina o el lujoso y caro de Hornachuelos. También hay casas rurales más elegantes aunque el precio sube hasta los 50 euros por la doble. Tan solo en el final de una de las etapas, Santa María de Trassierra (Córdoba) fue imposible encontrar alojamiento y acampamos junto a una piscina gracias a la generosidad de una empresaria de alojamientos turísticos y sus inquilinos.
Hay multitud de lugares propicios para acampar
en el camino, aunque todos adolecen, salvo contadas excepciones, de una
ausencia completa de agua para cocinar y para el aseo.
Solución de problemas:
En nuestra travesía parcial recorrimos Santa Olalla, Cazalla, Constantina, Puebla de los Infantes, Hornachuelos, Posadas, Almodóvar del Río y Santa María de Trassierra. Salvo este último todos tienen servicios municipales, cajeros automáticos, teléfonos, farmacias y dispensarios o centros de salud.
En ninguno encontramos talleres de reparación de bicicletas, ni tan siquiera secciones de repuestos básicos en ferreterías o tiendas. Los ciclistas de la zona resuelven sus problemas en la capital de su provincia, que nunca está muy lejos.
En nuestra opinión es necesario llevar además del material para reparar pinchazos, un troncha cadenas, eslabones de seguridad, bomba de hinchar y una multiherramienta.
¿Cómo fue nuestro recorrido?
Solución de problemas:
En nuestra travesía parcial recorrimos Santa Olalla, Cazalla, Constantina, Puebla de los Infantes, Hornachuelos, Posadas, Almodóvar del Río y Santa María de Trassierra. Salvo este último todos tienen servicios municipales, cajeros automáticos, teléfonos, farmacias y dispensarios o centros de salud.
En ninguno encontramos talleres de reparación de bicicletas, ni tan siquiera secciones de repuestos básicos en ferreterías o tiendas. Los ciclistas de la zona resuelven sus problemas en la capital de su provincia, que nunca está muy lejos.
En nuestra opinión es necesario llevar además del material para reparar pinchazos, un troncha cadenas, eslabones de seguridad, bomba de hinchar y una multiherramienta.
¿Cómo fue nuestro recorrido?
Etapa 0 o
de inicio. De Santa Olalla de Cala
(Huelva) a Almadén de la Plata. 18 km de terreno ondulado por una carretera
local sin tráfico. En la salida a las 17:30, tras los enlaces de autobuses,
había 34 grados de temperatura. Tomamos este atajo para no hacer un largo rodeo
por El Real de la Jara para llegar igualmente a Almadén.
Muy bonito el descenso a la vega del río Cala.
Se entra en la Sierra Norte, ya en la provincia de Sevilla. Sin dificultades se
rodó 1:45 horas para 2,15 de tiempo de etapa. Alojamiento en el hostal La
Concha que no resultó una buena opción y no está abierto para desayunar. En la
localidad hay Albergue de Peregrinos, pues es paso de la vía de la plata hacia
Santiago.
Cerca de la plaza de la torre del reloj hay un buen lugar para desayunar o para unas tapas para cenar. Es desaconsejable el bar del hogar del pensionista. No hay taller, pero un vecino, Charly, repara bicicletas y vive al este del pueblo. Hay ferretería y un súper completo.
Etapa 1. De Almadén a Cazalla e la Sierra. 47 km de la jornada que resultó la más dura de todas por la cuesta de El Calvario de 6 largos kilómetros. Los primeros 18 km hasta el pantano son de un agradable descenso. Luego el subidón y unos 18 km finales ondulados aunque muy calurosos. Parada por el calor a las 13:40. En la sombra hasta las 16:30. Final de etapa a las 18:40 tras 9 horas en la ruta, con 4:35 de pedaleo.
Cazalla estaba en fiestas y preguntando llegamos al viejo cine, hoy Hostal, de Pepe Castro “Hostal Castro Martínez”. El pueblo tiene todos los servicios.
Etapa 2. De Cazalla a La Puebla de los Infantes. Tan solo hacía 20 grados a la hora de salir al camino, sin embargo poco después de las 10 ya había 28 grados cuando bicicleta en mano sorteábamos la única zona de sendero con piedras de toda la travesía durante una hora, por "Las laderas" En uno de los golpes contra las rocas que afloraban se dobló un eslabón de la cadena y hubo que repararlo sobre la marcha.
Seguimos por la deslumbrante ribera del río Huézna y tomamos aliento en la Alameda de Constantina, reluciente en sus fiestas anuales. La parada de las horas de más calor, 32 grados, la hicimos junto a un riachuelo. Llegamos a La Puebla, también en fiestas, a las 20 horas. Fueron ese día 10:40 horas en ruta, 4:22 de ellas pedaleando para hacer los 49 km de la etapa. No encontramos ninguna facilidad para el alojamiento, bien por estar completos, por no atender a los teléfonos o por haber cerrado por la fiesta. Finalmente no quedó más remedio que ocupar una casa rural, cara aunque verdaderamente cómoda.
Etapa 3. De La Puebla a Hornachuelos. Este día de agosto planteamos media etapa para terminar al mediodía y reponer fuerzas. Salimos a las 10 decididos a usar la poco transitada carretera camino del pantano de Retortillo, de hermosa Ribera, en el límite de la provincia de Sevilla. La ruta ondulada se hace rápidamente. A la una habíamos alcanzado Hornachuelos, a 32 km de la salida, en donde por festividad local no resultó fácil encontrar alojamiento. Finalmente conseguimos habitación en Cañada Verde, que emplea la fórmula de literas pero al elevado precio de 50 euros. Tres horas de ruta y 2:20 pedaleando.
El pueblo no se despertó de la calurosa siesta hasta cerca de las 22 horas. Hay numerosos sitios para cenar bien en torno al cuartel de la Guardia Civil.
Etapa 4. De Hornachuelos a Santa María de Trassierra. Nos acercábamos al Guadalquivir y, por tanto, a más calor aún del que veníamos teniendo. Así que salimos a la ruta a las 8:55 con una carretera fácil, bordeada de campos de naranjos, hasta Posadas. A partir de allí la confluencia de la carretera general, la línea de alta velocidad a Madrid y alguna indicación errónea hicieron complicado el acceso a Almodóvar. Repostamos agua y alimentos y nos adentramos en la larga subida a la sierra, atravesando dehesas y cortijos de una gran belleza. También el calor aumentó hasta la máxima de 36 grados en nuestra parada bajo una encina, por la que corría una ligera brisa entre las 14:20 y las 17:45.
Llegamos a Trassierra a las 19:15 pero no pudimos encontrar alojamiento. El único hotel había cerrado hace algún tiempo. Nos dirigimos a varias personas pidiendo ayuda y finalmente la dueña de unos apartamentos de alquiler nos ofreció el verde que rodeaba a la piscina para montar nuestra pequeña tienda. Una amable inquilina cordobesa puso el resto en acogernos, cedernos su baño para el aseo y un buen desayuno par empezar el siguiente día.
Cerca de la plaza de la torre del reloj hay un buen lugar para desayunar o para unas tapas para cenar. Es desaconsejable el bar del hogar del pensionista. No hay taller, pero un vecino, Charly, repara bicicletas y vive al este del pueblo. Hay ferretería y un súper completo.
Etapa 1. De Almadén a Cazalla e la Sierra. 47 km de la jornada que resultó la más dura de todas por la cuesta de El Calvario de 6 largos kilómetros. Los primeros 18 km hasta el pantano son de un agradable descenso. Luego el subidón y unos 18 km finales ondulados aunque muy calurosos. Parada por el calor a las 13:40. En la sombra hasta las 16:30. Final de etapa a las 18:40 tras 9 horas en la ruta, con 4:35 de pedaleo.
Cazalla estaba en fiestas y preguntando llegamos al viejo cine, hoy Hostal, de Pepe Castro “Hostal Castro Martínez”. El pueblo tiene todos los servicios.
Etapa 2. De Cazalla a La Puebla de los Infantes. Tan solo hacía 20 grados a la hora de salir al camino, sin embargo poco después de las 10 ya había 28 grados cuando bicicleta en mano sorteábamos la única zona de sendero con piedras de toda la travesía durante una hora, por "Las laderas" En uno de los golpes contra las rocas que afloraban se dobló un eslabón de la cadena y hubo que repararlo sobre la marcha.
Seguimos por la deslumbrante ribera del río Huézna y tomamos aliento en la Alameda de Constantina, reluciente en sus fiestas anuales. La parada de las horas de más calor, 32 grados, la hicimos junto a un riachuelo. Llegamos a La Puebla, también en fiestas, a las 20 horas. Fueron ese día 10:40 horas en ruta, 4:22 de ellas pedaleando para hacer los 49 km de la etapa. No encontramos ninguna facilidad para el alojamiento, bien por estar completos, por no atender a los teléfonos o por haber cerrado por la fiesta. Finalmente no quedó más remedio que ocupar una casa rural, cara aunque verdaderamente cómoda.
Etapa 3. De La Puebla a Hornachuelos. Este día de agosto planteamos media etapa para terminar al mediodía y reponer fuerzas. Salimos a las 10 decididos a usar la poco transitada carretera camino del pantano de Retortillo, de hermosa Ribera, en el límite de la provincia de Sevilla. La ruta ondulada se hace rápidamente. A la una habíamos alcanzado Hornachuelos, a 32 km de la salida, en donde por festividad local no resultó fácil encontrar alojamiento. Finalmente conseguimos habitación en Cañada Verde, que emplea la fórmula de literas pero al elevado precio de 50 euros. Tres horas de ruta y 2:20 pedaleando.
El pueblo no se despertó de la calurosa siesta hasta cerca de las 22 horas. Hay numerosos sitios para cenar bien en torno al cuartel de la Guardia Civil.
Etapa 4. De Hornachuelos a Santa María de Trassierra. Nos acercábamos al Guadalquivir y, por tanto, a más calor aún del que veníamos teniendo. Así que salimos a la ruta a las 8:55 con una carretera fácil, bordeada de campos de naranjos, hasta Posadas. A partir de allí la confluencia de la carretera general, la línea de alta velocidad a Madrid y alguna indicación errónea hicieron complicado el acceso a Almodóvar. Repostamos agua y alimentos y nos adentramos en la larga subida a la sierra, atravesando dehesas y cortijos de una gran belleza. También el calor aumentó hasta la máxima de 36 grados en nuestra parada bajo una encina, por la que corría una ligera brisa entre las 14:20 y las 17:45.
Llegamos a Trassierra a las 19:15 pero no pudimos encontrar alojamiento. El único hotel había cerrado hace algún tiempo. Nos dirigimos a varias personas pidiendo ayuda y finalmente la dueña de unos apartamentos de alquiler nos ofreció el verde que rodeaba a la piscina para montar nuestra pequeña tienda. Una amable inquilina cordobesa puso el resto en acogernos, cedernos su baño para el aseo y un buen desayuno par empezar el siguiente día.
En esa jornada hicimos casi 55 km, sobrepasado
los 200 acumulados. Fueron 10:20 horas en ruta de las que 4:43 lo fueron de
pedaleo.
Etapa 5. De Trassierra a Córdoba. Habíamos superado jornadas de altas temperaturas y las dificultades para encontrar alojamiento al final del día añadían una incómoda perspectiva para las dos etapas que nos quedaban hasta el final en Adamúz. Por otro lado habíamos hecho en 4 días la distancia planificada para seis jornadas.
Estas reflexiones y otras alternativas atractivas para el resto de nuestras vacaciones nos decidieron abordar esta quinta etapa como la última, poniendo rumbo a Cerro Muriano y aprovechar la carretera que desde allí baja a la capital para descender en busca de nuestro autobús a Adamúz.
Hicimos los 21 km en 2:20 horas de etapa y 1:46 de pedaleo. La ruta hasta el cruce de Cerro Muriano es umbría y muy hermosa, aunque por ser domingo la soledad de días pasados se vio alterada por el trasiego de numerosos ciclistas en pequeños grupos.
En total habíamos recorrido 221,6 kilómetros de la ruta de Sierra Morena en cinco etapas y una preliminar. Estuvimos 37 horas en la ruta y 19,5 de ellas lo fueron pedaleando.
Etapa 5. De Trassierra a Córdoba. Habíamos superado jornadas de altas temperaturas y las dificultades para encontrar alojamiento al final del día añadían una incómoda perspectiva para las dos etapas que nos quedaban hasta el final en Adamúz. Por otro lado habíamos hecho en 4 días la distancia planificada para seis jornadas.
Estas reflexiones y otras alternativas atractivas para el resto de nuestras vacaciones nos decidieron abordar esta quinta etapa como la última, poniendo rumbo a Cerro Muriano y aprovechar la carretera que desde allí baja a la capital para descender en busca de nuestro autobús a Adamúz.
Hicimos los 21 km en 2:20 horas de etapa y 1:46 de pedaleo. La ruta hasta el cruce de Cerro Muriano es umbría y muy hermosa, aunque por ser domingo la soledad de días pasados se vio alterada por el trasiego de numerosos ciclistas en pequeños grupos.
En total habíamos recorrido 221,6 kilómetros de la ruta de Sierra Morena en cinco etapas y una preliminar. Estuvimos 37 horas en la ruta y 19,5 de ellas lo fueron pedaleando.