Baja California en
bicicleta
USA/México
De Los Ángeles a La
Paz en 24 etapas y 31 días
Noviembre y diciembre
de 2015
Esta travesía se llevó a cabo desde los días 12 de noviembre y 12 de diciembre de 2015.
La climatología, en general, fue perfecta al aprovechar el suave
otoño de la costa del Pacífico. Ni un solo día de lluvia y buenas temperaturas
en todo el recorrido. De ordinario hubo una temperatura perfecta para pedalear,
con matinales sobre los 8/10 grados a primera hora y máximas de unos 27/29 en
cuanto avanzaba la mañana. Las noches fueron moderadamente frescas sin frío.
Los cielos despejados casi siempre con nublados claros en menos del no más de
tres días. No llovió en todo el recorrido. No hay vientos que dificulten
seriamente el pedaleo. Podrían destacarse, si acaso, algunos vientos al caer la
tarde de norte hacia el sur en el norte del Golfo de California o de Cortés.
La travesía. Se emplearon veinte y cuatro jornadas de bici
con descansos repartidos homogéneamente hasta emplear 31 días de travesía en
total. Dada la longitud del recorrido se concibió el viaje con un tramo
preliminar hasta Tijuana y tres grandes tramos en la Baja California. Las
etapas comenzaban de ordinario entre las 8:30 y las 10:00 de la mañana, ya en
ruta, y terminaban entre las 14:30 y las 16:30.
Esta organización permitía descansos entre etapas de al menos 15/16
horas cada día. Aproximadamente 7 horas de singladura diaria con 5:30 de
pedaleo ha sido la configuración más habitual.
Se recorrieron aproximadamente 1.903 kilómetros
con etapas de una longitud muy desigual que normalmente estuvieron entre 60 y
100 km. al día. Excepcionalmente un día fueron tan solo 46 y otro 145 km. como
casos extremos. La dificultad es baja, salvo en una zona sin asfalto y mala
terracería en obras atravesando la península de este a oeste rumbo a Chapala.
La travesía discurre hacia el sur zigzagueando de la costa del Pacífico a la
del Golfo. No hay subidas y bajadas de importancia. Las altitudes a superar
oscilan entre los más habituales 20/200 metros y algunas estribaciones serranas
de 400 metros.
El tramo preliminar en USA es llano y continúa
así hasta cerca de Ensenada. Le sigue una meseta hasta el Golfo y un largo descenso
costero al sur hasta atravesar de nuevo hacia el Pacífico y las salinas de
Guerrero Negro. De nuevo hacia el Golfo hay algunas subidas y un descenso
acusado hasta Rosalía. En el tramo final se sigue la costa del Golfo hacia el
sur y se asciende a una meseta, equidistante de los mares, larga y solitaria,
que conduce al final de la travesía en La Paz, a orillas del Golfo.
La bicicleta ha sido una híbrida alemana de Cube, la nature
pro, que ya hizo la travesía de Patagonia, Tierra del Fuego y carretera
Austral. Su precio de compra fue de 645 euros, con 10 piñones y tres platos,
cambio delantero deore y trasero xt. Los frenos de disco. Sobre la original se
montaron cuernos, trasportín topeak touring y dos alforjas ortieb city. Los
neumáticos fueron los mismos maratón plus de 36 atrás y 32 delante que ya
hicieron el viaje anterior. Para esta ocasión se cambió la cadena y los
pedales. La bicicleta tuvo muy buen comportamiento. Suficiente para el pequeño
tramo de terracería y muy rodadora en asfalto.
También se añadieron tres soportes para agua, uno
para bomba de hinchar y un triángulo para las herramientas. El peso final del
conjunto bici y sus accesorios era de 18,5 kilos (14,9 solo la bici en la talla
más grande 62)
El equipo de seguridad estaba compuesto por un
casco de color butano, chaleco reflectante naranja, cubre equipaje reflectante
y espejo retrovisor. Como protección solar indispensable se empleó el aceite de
protección 30 de Mercadona. La prevención de rozaduras se hizo con vaselina para
hacer la etapa y abundante talco después de la ducha en las horas de descanso.
El equipaje fue muy
ligero habida cuenta de que no era necesaria la
protección contra el frío. Incluía mochila con vestuario y aseo, colchón
ligero, tienda Vaud Hogan ultraligera y saco medio. Llevaba material para
cocinar ligero pero completo. Sin embarfo fue de poca utilidad porque en México
no hay bombonas de gas bajas adaptables a hornillos y si unas altas que no
tienen estabilidad. Por otra parte es muy económica la comida en restauranes y
puestos. Se reservó el combustible para las emergencias. El peso del equipaje
era de aproximadamente 13,5 kilos.
El ciclista hizo la travesía en solitario. 61
años de edad, 194 cm. de estatura y 93 kilos de peso. Práctica cotidiana de la
bicicleta. Moderada buena forma física y buena salud. No padecí ningún problema
médico ni en esta parte del viaje ni en el que siguió, por México hasta Cancún, durante más de mes y medio adicional.
La alimentación es fácil en México. Aunque los pueblos están
algo distantes unos de otros todos tienen buenas condiciones para aprovisionar
y hay lugares adicionales en la carretera con un servicio suficiente. Además,
en todas partes hacen comidas sanas y a buen precio con horarios de atención
amplios. Nunca se llevó más provisión encima que la de salvar la etapa salvo
dos o tres días en que no se alcanza ningún pueblo. No obstante, hay que tener
en cuenta que los tacos y otras comidas dan una provisión escasa de energía y
hay que completar con arroz o pasta para reponer fuerzas.
El desayuno se hacía fuerte a primera hora,
dulces, pasteles y papilla de agua caliente con avena, azucar y chocolate en
polvo. En ruta se desayunaban huevos a la mexicana (revueltos y con
verduras) Bocadillos de fiambre, y queso
en lonchas para las comidas en ruta.
Cenas a la llegada con carne en tacos o en burritos y arroz hecho en la tienda.
La bebida a base de agua embotellada y te. No es difícil obtener agua en ruta y
al ser moderadas las temperaturas no había que cargar con grandes y pesadas
cantidades. Con 3 litros bastaba para adentrarse en la etapa.
La navegación no da ningún problema. Baja California está poco
poblada, así que de ordinario hay una sola carretera. Se han seguido las hojas
de ruta propias preparadas antes de viajar a América con soporte google
maps, wikiloc y los testimonios de otros
viajeros. Una valoración detenida de cada etapa mediante google maps (opción
relieve) en el descanso de la víspera es muy útil.
La carretera es peligrosa. Los tramos con arcén o margen son
muy escasos y la anchura de las calzadas es cicatera. Los bordes de la
carretera tienen el peligro añadido de que no están compactados por lo que hay
que vigilar una posible salida que rápidamente se convertiría en caída por el
desnivel o los escombros. La señalización de las carreteras es buena y el
tráfico es siempre peligroso aunque no denso. No hay tráfico a grandes
velocidades y la visibilidad es siempre muy buena. Es imprescindible tener
retrovisor y desarrollar una buena estrategia de control del tráfico que se
aproxima por detrás, ampliando nuestro espacio en la calzada hasta que se
comprueba que el vehículo que pretende adelantar ha abandonado el mismo carril
por el que estamos. No se produjo ningún momento. Reforcé la señalización en ruta
con dos banderas, naranja y amarilla, izadas en en una caña de bambú de casi
dos metros.
Llegado a La Paz, el viaje por México continuó
atravesando el Golfo hasta Los Mochis, Sinaloa, y ya en camión, desde allí, a
Guadalajara y a Puebla. De nuevo en la ruta pedaleando hasta el Pacífico se
hicieron dos buenos tramos hasta Oaxaca y San Cristobal de las Casas, en el
Estado de Chiapas, completando otros 1.200 km. Hay otra guía sobre esta
travesía.
Sobre las emociones y algunos valores de cada
etapa hay una mención suficiente en las entradas de mi blog “400 días”
referidas a la travesía. Siguen ahora algunos datos útiles sobre los aspectos
ciclistas de cada etapa:
Tramo Preliminar: Los Ángeles a Tijuana. 322 km. 5 etapas, 31:31 horas en
ruta y 21:16 pedaleando
Los Ángeles resultó ser muy buena cabecera de
travesía gracias a que Norwegian Air ofrece vuelos baratos desde Barcelona.
Primera etapa, el 12 de noviembre, con pistas
ciclables ybuena carretera sin abandonar las grandes poblaciones al sur de L.
A. Poco después de Newport encontré una ría y un refugio ornitológico en el que
monté la tienda, cené y pasé una agradable noche.
Segunda etapa de carretera con poco tráfico.
Alcancé San Clemente que dispone de un buen camping público, mercado y un
Starbucks para conectarse a internet.
Tercera etapa hasta Camino del Mar. No encontré
camping y armé la tienda ya anochecido junto los acantilados al sur de la
pequeña ciudad.
Cuarta etapa hasta Vista Chula. Hay que seguir
las indicaciones que, al terminar el camino histórico, se adentra en Camp
Pendelton de los marines. Sin problemas hasta atravesar la interminable ciudad
de San Diego. Costó encontrar un lugar apartado para acampar (un camping
cercano ofrecía espacio pero a 30 dólares). Fuerte viento en la noche.
Quinta etapa. Había que proveerse de algunos
repuestos antes de entrar en México. Paso de la frontera sin problemas pero
había un nuevo visado de 23 dólares. Alcancé sin grandes dificultades la casa
de mi anfitrión de warmshovers.
Tramo 1: Tijuana a Chapala. 597 km. 7 etapas, 48:32 horas en ruta y 38:35
pedaleando
Primera etapa (6 de la general), el 17 de
noviembre. Salí muy temprano y desayuné con mi anfitrión. Muchísimo tráfico y
peligroso hasta Rosario. Luego la carretera se vacía. Alcancé La Fonda y su
modesta instalación playera, en donde pude montar la tienda y asearme.
Segunda etapa: Hay una buena subida hasta una
meseta alta pasando por La Misión y más tarde una travesía engorrosa de la
agitada ciudad de Ensenada. Una nueva subida
a la Sierra con mucho tráfico hasta alcanzar la meseta y el pueblo de
Ojos negros, que tiene un hotelito agradable y económico.
Tercera etapa hasta alcanzar Héroes de la
Independencia. Mi primer desierto hermoso y muy fresco en la mañana. El pueblo
es mínimo pero me ofrecieron alojamiento en una comunidad terapéutica.
Cuarta etapa: Hasta Playa Hawai, en las cercanías
de San Felipe, rodé 145 kilómetros, la etapa más larga que he hecho nunca! El
mérito es del viento que me empujó de cola con fuerza al llegar al Golfo y
cambiar mi rumbo al sur. Antes había atravesado otro hermoso desierto. Hay un
camping de norteamericanos en donde negocié mi tienda bajo una palapa por 10
dólares.
Quinta etapa hasta Puertecitos por una carretera
desolada y un desierto con grandes cactus. El alojamiento se hace difícil e
improviso una cena y armo la carpa en el porche de una tiendecita.
Sexta etapa. Día de cuestas con un mar hermoso de compañía. La lengua de
arena de Alfonsina no tiene alojamiento económico pero, en el cruce, dejan
acampar en el rancho, aprovisionarse y pagar una económica ducha.
Séptima etapa: Fue el día más duro de la travesía
al tener que superar un largo tramo de terracería en muy malas condiciones por
culpa de unas obras de gran envergadura para reformar y asfaltar la precaria
conexión. Para hacerse una idea, la media de mi ruta fue de 10 km/hora sin que
hubiera cuestas de importancia. Menos mal que en Chapala, en la única casa que
es un bar, me acogieron y me dejaron un porche para armar mi tienda.
http://400dias.blogspot.com.es/2015/11/una-manana-en-ojos-negros.html
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Tramo 2: Chapala a El Coyote (Mulegé). 498 km. 6 etapas, 36,34 horas en
ruta y 28:12 pedaleando
Primera etapa (13 de la general), el 26 de
noviembre. Casi pasé frío en la noche. Despertado por los camiones tomé la ruta
a las 7 de la mañana atravesando un precioso desierto. Buen asfalto y poco
tráfico. Los últimos kilómetros hasta Nuevo Rosarito se me hacen largos. Me
costó conseguir un precio decente para un cuarto de hotel. He atravesado sin
novedad otro largo y pétreo desierto.
Segunda etapa hasta Guerrero Negro. Una recta
interminable con viento ligero a favor. A las 12 ya había hecho 71 km. Un gran
recibimiento de mi warmshower y acampo en su jardín. Luego sigue un hermoso
paseo cuando el sol cae sobre las salinas.
Tercera etapa. Salgo con ánimo para Vizcaíno,
distante al final de una recta sin fin. Terreno completamente llano y monótono.
La llegada es espléndida con una acampada en hotel bien acogedor. Paseo por el
pueblo en el polvo de todas las calles (10)
Cuarta etapa hasta San Ignacio. Ando lento por la
mañana y remoloneo en el primer día nublado y ventoso. Muy desolado todo el
camino sin ningún pueblo en 70 km mientras el viento moderado azota mi
cara. Peo llego a una casa de ciclistas
en la que Othon me recibe como a un amigo. Ceno como un príncipe una rica
hamburguesa en la plaza frente a la iglesia.
Quinta etapa, el día 1 de diciembre, San Ignacio
tomo un descanso y salgo el 2 para Santa Rosalía. Hay dos buenas subidas.
Viento en contra. Me detuve a pernoctar en el
Viento de cara y la compañía de Stefen, el joven ciclista alemán, que me
espera en las cuestas con paciencia. En Santa Rosalía decidimos seguir a lugar
más agradable y alcanzamos el campo de yanquis de San Lucas. Palapa, silencio,
hoguera y cena. Perfecto final del día.
Sexta etapa. Desde san Lucas con un gozoso viento
en popa llego hasta Mulegé y su pastelería. Decido seguir más allá de mis
planes y alcanzar la costa en la Bahía El Coyote. Monto bajo una palapa en la
playa y me arrimo a cenar y conversar con un iraní y su novia que habían armado
una buena hoguera. Allí compartimos nuestras cenas.
Tramo 3: El Coyote (Mulegé) a La Paz. 486 km. 6 etapas, 34:33 horas en ruta
y 28:16 pedaleando
Primera etapa (19 de la general), el 4 de
diciembre, arranco a duras penas desde el silencio de la ensenada. Hay una zona
de fuertes cuestas y en una de ellas me atrapa jane, la australiana que conocí
en San Ignacio, y que pedalea sola hacia el sur de América. Me lleva con la
lengua fuera a pesar de su cuerpo fino y
su pesado equipaje. Solo alcanzo el km 64 y allí me quedo a comer y descansar
en el bar que hay en medio de la nada y que, además, me ofrece ducha y un lugar
hermoso para acampar. Al atardecer llegan unos chicos de Illinois que serán mis
compañeros hasta San Cristobal, en Chiapas.
Segunda etapa hasta Loreto. Arranco pronto para
aventajar a los jóvenes americanos. Arrastro una indigestión leve por cenar en
exceso con los chicos. Hay un bonito desierto por delante sin apenas tráfico.
Silencio y luz. Encuentro el oasis de Palmas Altas en el que Arturo y su novia
han hecho un hogar warmshower.
Tercera etapa hasta Liguí. Me costó salir del
abrigo excelente de Loreto. Buen campamento, lugar para cocinar, mis amigos,
etc. Alcancé sin esfuerzo este pequeño
pueblo y mi campamento solitario en la playa para tomar fuerzas y vencer al día
siguiente las famosas cuestas. Todo cielo en la noche y la vía láctea en su
esplendor.
Cuarta etapa. Fue un día de mucho calor, quizás
33 grados de máxima, camino de Ciudad Insurgentes. En hora y media había
vencido las cuestas de Liguí, largas pero bien tendidas. El resto fue una recta
abrasadora e interminable descendiendo hasta Insurgentes. Busqué el hotel
Misiones que aloja a ciclistas a los que
deja acampar en el jardín y solo cobran la ducha.
Quinta etapa. Salgo muy temprano para aliviar el
sol que amenaza caer sobre mí. Es un tramo recto sin alicientes y que, por
momentos, se hace largo. Alcanzo Pocitas en un intento de llegar a La Paz en
tan solo dos días. Me ceden un porque junto al puesto de policía y entre una
tinaja de agua y una botella organizo una ducha en la oscuridad.
Sexta etapa. La etapa es larga pero tengo a tiro
mi destino en la travesía de Baja California: La Paz. Y encima, allí me espera
mi anfitriona warmshower con nada menos que una enorme cama para mi solito!! El
camino no es bonito. Seco y sin apenas arbolado va descendiendo suavemente hacia
el Golfo.