lunes, 3 de mayo de 2010

70 rupias

 
Setenta rupias. Eso es lo que cobra por una jornada en la construcción cada una de las mujeres que acarrean sobre la cabeza la arena, las piedras y el cemento.

En este escalón, el mas bajo de las obras, todas son mujeres. Mujeres de todas las edades, pero sobretodo jóvenes y mujeres niñas de no mas de 12 o 13 años. 

Pequeñas, fuertes y silenciosas repiten su ir y venir desde las 8 de la mañana hasta poco antes de que el sol se ponga, allá por las seis y media de la tarde, plegando una hora al mediodía para comer y echar una cabezada en el suelo.

 

70 rupias es poco mas de un euro, exactamente un euro y veinte céntimos, por un día, cualquier día de trabajo. Y digo un día porque no hay diferencias entre todos ellos y las semanas tienen en este sector, y en casi todos los de India, siete días de trabajo y, eso si, las noches para descansar. 

Por ese precio en cada obra hay mas de una decena de estas mujeres y sustituyen con sus palanganas metálicas sobre la cabeza a las palancas que hacen los carretillos. Con su andar resuelto subiendo y bajando escaleras precarias de madera se prescinden de las poleas y grúas que son, de lejos, las mas útiles herramientas para elevar los materiales.


Esta mujeres viven allí mismo, en las obras. Eligen la estancia mas compuesta y apañan junto a las paredes cartones para aislarse del suelo cuando duermen, cuelgan en cualquier palo su exiguo ropero y en unas piedras, con sus ollas y platillos brillantes confeccionan las comidas.

No hay gastos. Un mes son 30 días. 30 jornales son 2.100 rupias, exactamente treinta y seis euros.


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