Acabo de llegar a esta cuidad y no me ha dado tiempo más que para buscar hotel y lanzarme a identificar y ponderar los lugares para aprovisionarme: Un taller de alquiler de bicis, un bar para el desayuno, un chiringuito para la sopa del mediodía, un comedor de cena sencilla y cosas así.
Kampot se ha desvanecido al atardecer y la población local ha desaparecido a sus quehaceres domésticos.
Han quedado tan solo dispersas ascuas de luz en la penumbra de las calles para cobijar a los turistas, saciar su hambre, encender su tabaco, y rellenar sus copas. "One more beer"
Trozos de luz.
He encontrado, también, el pedazo de luz blanca de un pequeño hospital
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Hospital de Kampot |