viernes, 30 de abril de 2010

Dolce Vita

Muchas cosas buenas permanecen escondidas y no se dejan ver asi como asi al viajero apresurado. Quizás es esa condición, su apartada presencia, la que provoca el primer sentimiento positivo cuando al fin, paciente, llegas a dar con ellas. Nada es tan estimulante como el hallazgo.

Dolce Vita es un bar perdido entre las callejuelas de Diu.

Un lugar perfecto en el que puedes pedir casi cualquier cosa para comer y beber desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche. Tiene ese encanto inexplicable de un tinglado con cuatro cañas y un puñado de mesas de plástico que también se encuentra en el chiringuito favorito de cada uno en el Mediterraneo. O también, en los misterios íntimos de esa entornada mirada de los parroquianos del cafe Al Hafa en Tanger.



Como en la pelicula de Fellini, en los días y las noches dulces de Via Veneto en Roma, se encuentra en este pequeño bar la sensación de la buena vida.

Cada día consigo encontrar con paciencia algún lugar tan agradable como este bar. Hoy le ha tocado el turno al Hotel Retiro Säo Antonio que esta en la antigua sacristía de una iglesia convertida en museo.


El dueño me ha enseñado una a una todas las habitaciones y luego nos hemos quedado en la terraza en alto, junto a la torre que se ve en la fotografia, mientras el sol se ponía, sin prisa. Comunicando sin entendernos casi nada de nuestro inglés, sin pensar en levantarme de allí, mirando los jirones en los que se habían convertido los trapos-toldo, mirando el cielo por los agujeros y por todas partes, viendo venir la noche despacio, haciendo nada........

Que encontrare mañana?

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martes, 27 de abril de 2010

Truman


Demasiado perfecto. Creo que lo hacen a propósito para impresionarme y lo consiguen.

Estos pasajeros del autobús publico de Bavnagar a Una se turnan como los actores del show de Truman para hacerme compañía. Yo, como es lógico, hago como si no me hubiera dado cuenta de nada.

Algo en esta misteriosa organizacion ha debido de fallar porque el autobús originario, en el que iniciamos el viaje a las 6 de la mañana, se ha quedado aparentemente averiado en Mahuba y nos han obligado a todos a bajar; a los extras y a mi.



Al incorporarnos a otro vehículo, igual de destartalado y que ya venia lleno de otros actores, no había sitio para todos. Eso ha sido un poco mas de una hora dando tumbos en pie y con mochila en el estrecho pasillo de aquel trasto. Que realismo!!

Me supongo que los actores tienen su horario según convenio y las trade unions indias, pero así como a primera hora, hasta las 9 de la mañana, todos los pasajeros eran hombres con atillos o bolsas de plástico entre las manos, a partir de esa hora han desaparecido por completo los de las bolsas y se ha llenado el convoy de mujeres con niños. Eso seguro que es porque los niños sales mas baratos a la productora. También ha subido una representacion de hombres viejos. Estos últimos con el vestuario tradicional me parecieron muy bien caracterizados.

Al llegar a Una, cerca ya de Diu, ya no me cabía ninguna duda:Eran todos actores, porque no quedo nadie de los que emprendieron el viaje conmigo 6 horas y 250 kilómetros antes. Tan solo el revisor.

Creo que este si que era un revisor de verdad.

(Enlace sobre Diu en portugues. Y una imagen.)
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lunes, 26 de abril de 2010

Turista

La verdad es que yo le veo diferencia a ser idiota a secas o a ser idiota y saberlo. Yo, con seguridad, lo se. Digo esto a proposito de que hace años que miro con desden cualquier interés viajero propio de los turistas como son los monumentos o, en el caso de India, los templos.


Ya ves tu, es una de esas cosas mías del cajón de las idioteces que en mi sexta década de vida ya esta bastante lleno.

Incluí los templos de Palitana en mi boceto del periplo por Gujarat con poco convencimiento. Lo encontraba muy turístico. Esta mañana, no obstante, me levante a hora de turista y cogí un autobús local a las 7 para viajar hasta allí desde Bavnagar.



La experiencia ha resultado una delicia. Palitana es un conjunto de 863 templos construidos en lo alto de una montaña a lo largo de casi un milenio. Para llegar allí has de escalar los 600 metros de altitud mediante 3.500 escalones. Muchos, si consideramos la temperatura que hace en este tórrido verano indostánico.

Dooli! Dooli! es el primer grito que te asalta. Son porteadores que se ofrecen a subirte en parihuelas hasta lo alto. No se el precio pero si se que yo tarde dos horas en subir tan solo mi cuerpo.

Hay paradas estrategicas a lo largo de la ascensión. Pequeños templos con sus porches sombreados y aguadoras de un fresquisimo refrigerio. Te detienes, esperas a otros que subieron a un tiempo contigo, observas las caras de los que ya bajan. Tiempo para recuperar el aliento y también para captar algo de las intenciones de los jainistas que vienen aquí, devotos y peregrinos.

Llegue de vuelta a la base de la montaña acalorado como un melón en Albacete en Julio (nunca mejor dicho por lo de melón) y me dirigí triunfante a comer al hotel en el que había desayunado por la mañana. Imposible, serrado por escasez de clientes. Visto en la necesidad me metí en un restaurante popular y…comí de maravilla.



Decidí volver en tren y me sumergí en un passenger de domingo por la tarde lleno de madres, de hijos y de colorido. Una maestra encantadora, Parul, y su madre me hicieron de compañía y de traductores ocasionales al Gujarati para alternar con las sonrisas.

















Jornada de turista y en domingo. Inmejorable.
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Palitana







viernes, 23 de abril de 2010

Un tren con vistas

Tomo el tren en Vadodara para tres horas escasas de recorrido hasta Ahmedabad. Mi tren ha salido a las 12,40 del mediodía:

Un hombre a pie y otro sujetando una bicicleta conversan bajo una sombra. Un puñado de niños desnudos chapotean en el agua que ha vertido su madre sobre ellos. Una manada de búfalos dispersos se reconfortan con el agua de una inmensa charca sumergidos hasta la grupa. Una mujer transporta leña menuda sobre la cabeza. Las bugambillas hacen de divisoria de los campos de cultivo. Ahora tan solo puede verse como el calor calcina todo ahí fuera. Dos hombres duermen la siesta tirados en el suelo de un cobertizo, quietos como muertos. Ropas coloridas tendidas a secar sobre matas de espinos. La multitud se agolpa en las dársenas vacías de la estación de autobuses. La enorme sombra de un gran árbol cobija a un rebaño de ovejas que ya no precisa vigilancia.



Una mujer se descuelga desde la oscuridad de un vagón de un tren de cercanías hasta pisar sobre la grava gruesa. Hay arboles torcidos por todas partes como si pasaran el día buscando su propia sombra. Quedan pilares erguidos sobre el agua de lo que un día fue un puente y ahora es nada. En un horno rudimentario se fabrican ladrillos y se secan como frutos rojos cuidadosamente presentados.



Son las 15,10. Mi billete de tren se termina aquí.




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jueves, 22 de abril de 2010

Crónica mínima



He salido al mediodía de Varodara rumbo a Bhavnagar en el Gujarat Express.






Mi escala en Ahmedabad durara tan solo hasta las 5 de la madrugada en que prosigo en otro convoy.

Ya tengo una limpia cama en dormitorio colectivo de la Retiring Room de la estación. Penumbra y fresquito.

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miércoles, 21 de abril de 2010

Gente

En enero pasado atravesé en solitario la Sierra de Baza, en Granada. Caminar solo durante días me resulto una experiencia llena de descubrimientos, como el del silencio. Espeso, constante compañía, limpio y propicio para la ligereza de pensamiento.


Este tiempo en la India es el lado opuesto de Granada. Aquí el sonido se hace presente a todas horas y en todas partes. No me refiero solo al conocido estruendo de trafico y bocinazos que hay en las calles, sino a que todas las horas y los lugares tienen su ruidos. Hasta en la cama del hotel, en la alta madrugada, las aspas del ventilador ponen la banda sonora a tus sueños.

Lo que hace a India tan sonora es la gente, la mas completa compañía humana.

Mil millones de personas que viven en este país era para mi tan solo una cifra abultada, ocasionalmente útil en algún mapa de conocimientos de los que guardo polvorientos en el desván de mi cabeza.

Ahora voy tomando conciencia plena del significado de esta ingente humanidad, de que a pesar de que en India mueren cada año catorce millones de personas (medio millón desde que llegue) aun no he visto pasar un entierro. Veo vivos por todas partes: en las estaciones, en los mercados, en cada rincón de las calles. Abres la puerta de cualquier tienda umbría y desde las tinieblas surjen diez o mas pares de ojos repartidos en un espacio semejante a un dormitorio mediano. Te acercas a Correos y en cada ventanilla, no importa de que competencia sea, florece una enorme cola que serpentea con los cuerpos bien juntos.

Es gente. Si los sueños sonaran que estruendo no habría en la noche? Y si la memoria, los recuerdos y lo vivido se compartieran aquí: Como habría forma de albergar tantas historias de tanta gente?

Mi cerebro, que en este calor funciona con las explosiones que daría un Ford T, ha encontrado la manera de dirigir mis pasos entre tanta población: No ve. Desdibuja los contornos de las caras y los cuerpos, emite leves señales de radar para evitar el choque o que pise a quienes han tomado el suelo por asiento, pero en general mi cerebro ha hecho invisible a la gente.

Ahora, a veces, tampoco veo a los vivos.

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Parque de Vadodara

martes, 20 de abril de 2010

Literas

Pocas cosas me gustan mas que los trenes y todo lo que les rodea: Estaciones, rutas, maquinas, innovaciones, etc.

Antes de ponerme en contacto piel a piel con los ferrocarriles indios (Indian railway) indague cuanto pude sobre la manera mas conveniente de viajar en ellos.


















Tras los tres primeros viajes en tren en India repaso la información que tenia y ha resultado ser fidedigna. Era esta:

Se deben tomar con preferencia los trenes correo o expresos (que circulan tanto de día como de noche) y que en las rutas principales son razonablemente rapidos.

En los expresos hay cuatro categorías básicas: la primera, muy parecida a viajar en los antiguos expresos españoles con sus departamentos para seis personas y con puerta; la segunda Third AC que es un vagón de literas a los lados de un pasillo abierto y en dos Alturas, la de abajo y la de arriba. El servicio incluye sabanas y una manta grande y limpia. ; la siguiente categoría es el vagón sleeper que es igual en posposición que el anterior pero ni lleva aire acondicionado, ni sabanas ni nada. Son unas literas ara tirarse y ya esta. La ultima categoría es una especie de tercera que se toma al asalto y en donde se viaje muy apretujado en bancos corridos. Advertencia: En India los trenes siempre van llenos. Se estima que cada día los ferrocarriles indios mueven mas de 12 millones de personas en su extensa red.

De los trenes citados he observado que hay dos modelos en antiguedad: los pintados en dos tonos azules que son mas antiguos y los pintados en dos tonos de la gama burdeos que son mas modernos.

Hay también otros trenes exclusivamente diurnos de medias distancias (entre 400 y 600 km.) que se parecen a los talgo o Alvia españoles. Tiene dos categorías: CC que es una especie de segunda y 2S que podemos decir que es tercera. El CC tiene un aire acondicionado tremendo de intenso por lo que si no se tiene ropa de abrigo se puede pasar muy malamente.

Viajar en literas third AC y por la noche resulta para mi lo mas cómodo. Sobre el importante asunto de si es mejor la de arriba o la de abajo, para mi no hay duda: la de arriba. Los recorridos nocturnes son casi siempre muy largos y superan la duración de la noche por lo que el usuario de abajo se ve obligado a soportar que los demás tomen asiento en su cama en las horas diurnas mientras que el habitante del ático puede vaguear allí cuanto quiera sin que nadie le importune. Una refinada información de remate: los números pares corresponden a literas de arriba.

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domingo, 18 de abril de 2010

Checking out Mumbai


Dejo Bombay a mediodía rumbo de nuevo a Gujarat. Mi intención inicial era detenerme unos días en Surat. Esta ciudad de gran esplendor marítimo y comercial en el siglo XVII se ha desvanecido de tal manera que no es un destino para el que Indian Railway te dispense un billete con la Tourist Quota. Significativo.

Así que un poco mas al norte de Surat esta Varodara que si que tiene algun aliciente.

Tengo por delante 6 horas de tren diurno que constituyen una novedad para mi.

Como viajero un poco experimentado dedique un buen rato de la tarde de ayer a hacer un entrenamiento del camino hasta llegar a mi tren en la estación central. En las grandes ciudades como esta nunca esta de mas. Hay mas de 80 minutos de desplazamiento y varios transportes a gestionar.

Mis sensaciones finales de Bombay aun no han brotado por ninguna parte. Cuando lo hagan veré si es posible escribir algo sobre ellas.

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sábado, 17 de abril de 2010

Historias perdidas

Esta tarde he entrado en una iglesia cristiana metodista de Causeway Colaba,  no porque fuera bonita sino porque, raramente, estaba abierta.

Fea. También era fea por dentro. Recorrí los laterales leyendo lápidas recordatorias que habían sido puestas allí en diferentes momentos y siempre en honor de miembros prominentes de la comunidad.

De entre todas ellas me detuve en una que encontré llena de misterio y de porvenir. Es esta:


Nada menos que informaba de que el Reverendo G.W. Clutterbuck, hombre de encomiables virtudes, había perecido en un desastre naval. Se precisaba incluso el nombre de la nave: El S.S. Estella y el lugar: Cerca de las Islas del Canal.

Mi afición a visitar los cementerios y leer con detenimiento las inscripciones de las lápidas viene del placer que le encuentro a pensar, fabular o reconstruir las historias vividas a pesar de que todo indica que están, además de pasadas, olvidadas.

De hecho pienso que en algún lugar, parecido a ese al que van a parar los mensajes enviados con certeza pero que nunca fueron recibidos por su destinatario, se almacenan las historias perdidas.

Y prueba de que esta hipótesis no es del todo descabellada es que he buscado y encontrado la historia del Reverendo. Si, aquí en Bombay, un par de horas después de saber que vivió y que murió y............................... a ciento once años de aquella fecha!!


Sobre el desastre del S.S. Estella se ha escrito mucho (aunque yo nunca hubiera leído nada ..) El mejor enlace me ha parecido el que aparece en una guia sobre la historia de Southampton y en que llega a dar detalles hasta de la tripulación y los fallecidos en el naufragio uno a uno.

A pesar de que no fueron muchas las victimas el desastre tuvo una gran repercusión en la Semana Santa de 1899 y se vio envuelto en toda clase de rumores.

Al parecer, el barco que se dirigía de Shouthampton a Guenersey y que puede que participara en una carrera secreta de vapores,  muy comunes en la época, embistio de lleno a un faro en las cercanias de las Chanel Islands. Como consecuencia, se fue a pique rapidamente y se dieron, no obstante, abundantes pruebas de heroísmo.

También he encontrado al momento una referencia en castellano al episodio; menos precisa pero me he enterado mejor.

La historia no termina ahí.

Y que paso con el Reverendo Clutterbuck?

Si uno busca en el índice de la pagina la lista de los Passengers and Crew Lists, Saved and Drowned , vera que el Reverendo no figura en la lista oficial de viajeros y que aunque se dice, mas abajo, que iba en el buque no hay forma de saberlo con certeza. Tan solo se supone.

Son muchas las opciones que se abren a partir de ese dato. Inmediatamente he recordado aquella historia perdida de Julio Cortazar que escribió en 1962 con el nombre de "Las lineas de la mano" y se recoge en su libro “Historias de cronopios y de famas”

Aquí esta:

"De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hasta el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en este instante empieza a cerrarse sobra la culata de una pistola".

Hay tantas historias para seguir..............................


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viernes, 16 de abril de 2010

Parques y Jardines

Quien no ha envidiado a algún munícipe con semejante encomienda? Y que decir de lo florido que aparece el cargo en el curriculum de cualquiera?

Sin responsabilidad alguna al respecto disfruto de los parques y jardines de Bombay, y no soy el único, lo aseguro. Además, es uno de los pocos espacios públicos en los que las mujeres y los ancianos no son invisibles.

A esta hora del final del día, en ausencia del sol por supuesto, se pueblan animadamente los parques de todas las clases de gentes. Hay niños vendiendo flores amarillas una a una; estudiantes aplicados sobre sus papeles en un corner habilitado para ellos; ruidosos mozos de caballos de paseo circular; jóvenes recalentando su móvil con llamadas imprescindibles.....

Hay bancos individuales, los menos, y también bancos corridos que son mas oportunos para las cantidades de culos que pueblan estas ciudades del Estado de Maharastra con sus casi 100 millones de habitantes..

No puedo evitar detenerme y tomar asiento un rato, compartir el aire algo menos caliente de esta hora y seguir después mi camino.

jueves, 15 de abril de 2010

Reset

Ni siquiera me dio tiempo a llegar. Fue tan solo aproximarme a bordo de un tren nocturno a Bombay y notar el vértigo que se siente cuando dejas de pedalear en una bajada pronunciada.

La combinacion de trenes me dejo en las puertas de la ciudad una hora antes del amanecer y hube de emplearla en hacer compañía a un banco solitario en la Church Gate Station

Encogido, a mi llegada a esta urbe de mas de 15 millones de habitantes, la quinta aglomeracion del planeta, me pareció imprescindible poner mi contador de India nuevamente a cero.

Seré capaz de convertirme en un habitante mas de Bombay? De los no censados, de los ocasionales, de los transeúntes?

Como si no podre flotar en la corriente?

Amanece mientras los cuervos invaden las cerchas de la cubierta de la estación. Me resuelvo a trazar a pie el camino hasta Colaba, el barrio en el que planeo alojarme.

Hace mucho calor y el aire huele a haber estado quieto toda la noche. Atravieso avenidas vacías y bordeo “The Oval”, un sorprendente campo verde de mas de media milla de largo, rodeado de edificios del neogótico ingles de finales del siglo XIX.

Camino solo y si no fuera por el cansancio lo habría hecho con soltura y hasta determinación. Pero lento, esquivo bastante gente que duerme en el suelo, todos ellos con gesto de placidez en el rostro amanecido.

Llego hasta los costados del hotel Taj Mahal y ya tan solo soy capaz de pensar en la habitación que me espera (en otro hotel, claro esta) aunque ni yo mismo la haya encontrado aun. No deseo caminar mas. Ahora soy una presa fácil a la que hasta, por primera vez, ladra un perro al paso.

Mi habitación resulto estar en un tercer piso. Hay agua abundante en la ducha. Organizo mi cama y me tiendo a dormir a las 7,25 A.M. en Bombay, como el que se duerme en casa.


miércoles, 14 de abril de 2010

Jaime

Mi hijo pequeño cumple hoy 16 años.

Ese momento suyo me recuerda un campo de trigo a principios del verano: alto, flexible y fuerte. A punto de llenar sus espigas de grano.

Me quedo una vez m'as contemplándolo en silencio. Esperando sin prisa para verlo recoger su buena cosecha.
 

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martes, 13 de abril de 2010

Pasatiempos

A pesar de que son más de las 21 horas, aun son 32 grados la temperatura que marca el termómetro.

He buscado un banco en un pequeño parque junto al Daman Ganga en el que de algo más de brisa. Cuando me siento sonrió al percibir como un padre me señala a su hija pequeña que se obstina en alejarse como si evocara un sucedáneo de hombre del saco indio. La niña me mira un instante y sr aleja confiada y en absoluto impresionada.


Jugar con los niños en el parque es un pasatiempo muy común entre las familias de aquí. La escasez de la oferta de cómo para pasar el tiempo de ocio más que una limitación se me antoja una oportunidad.

Así que las familias al completo pasean o toman un refresco juntos no importa cual sea la edad de los vástagos. Los parques se llenan al ponerse el sol. Los bancos y los muros están casi siempre llenos de gente que conversa o mira por mirar.

Aquí transcurre el tiempo con excitaciones poco mayores que los helados de cucurucho o los dos o tres cigarros sueltos comprados para compartir con los amigos.

Hace un rato, una pareja de jóvenes me saludo al sobrepasarme caminando en la penumbra del puente. Aun en la oscuridad la chica tomo la cintura de su chico y al poco una mano hasta que llegaron a las primeras farolas. Entonces sus muestras de afecto, poco bien vistas aquí en público, se tornaron en saltos y juego. Pasaba el tiempo.

lunes, 12 de abril de 2010

Interminables noches de Asia


"…….En los años 60 atravesábamos en verano la península desde Ceuta en busca de nuestras vacaciones asturianas de Cuerigo.

Aquellos dos días de singladura, en el tórrido final de julio tenían su intermedio, si todo había ido bien, en un hotelito de Caceres, el Hotel Toledo, que nuestros padres preferían por las facilidades de acomodación y, digo yo, por ser vecino de un concurrido kiosco churrería que aseguraba el desayuno de aquella tropa de infantes……."

Esta noche pasada, tumbado bajo el ventilador de mí cuarto y mirando al techo, recordaba aquellas noches de Cáceres que quedaros en mi memoria como las noches mas largas. Era difícil pegar ojo con aquel calor. Después de un día entero en la carretera y a pesar de los remedios de nuestra madre aquella se hacia una noche interminable. Con todo, estas noches de Asia son aun más largas,

No es solo por el calor, en esa frontera intransitable entre 25 y 28 grados (hay que ver lo delicados que somos los humanos) sino por el contundente significado que la noche tiene aquí. La noche es un espacio único allí en donde las demás diferencias de los días han desaparecido: todos los días de la semana son de labor, en India no se cambia el horario, hay gente por las calles y en los comercios abiertos a todas horas del día, el ruido no cesa mientras hay luz del día.

La noche. Doce horas libres de sol. Cuando todo el espacio se hace privado. Quienes tienen casa reposando en su estancia más fresca y en penumbra, quienes duermen en la calle ceñidos por sus paños protectores y yo en mi hotel refugiado del silencio.

La noche es vacía y segura. No hay nada que hacer. No hay nada que observar ni que contar. El viaje se queda parado. Parece la quietud de un tiempo muerto.

……Sigo con los ojos abiertos mirando al techo a pesar de la oscuridad de mi cuarto. El sueño se demora sabedor de que aun le queda tiempo. Quizás, por la mañana, pueda cruzar la calle y comer unos churros con mis hermanos antes de seguir camino del norte.....

domingo, 11 de abril de 2010

Pescado seco

Tengo especial gusto por los mercados que para mi representan como ningún otro espacio publico la vida cotidiana de la gente.

Hay mercados espectaculares como los de Barcelona que forman parte de la visita de cualquier viajero; los hay monumentales, exóticos, de descampado, de polígono industrial, de vez en cuando y cotidianos. Mucho para elegir.

Aquí en este rincón de India aparecen como de sorpresa, a veces escondidos, calurosos, repletos de gente, coloridos y, desde luego, abiertos todo el día.

Hoy vi uno exclusivo de pescado. Pero no de pescado fresco. Todo el pescado era seco. Cualquier clase y tamaño de peces.......pero secos.

sábado, 10 de abril de 2010

Busco

Daman y Diu. Visitare estas dos ciudades durante este largo viaje. Separadas por el extenso golfo de Cambay (mas de 100 millas) fueron colonias portuguesas hasta 1961 dependiendo ambas de Goa, en el mar arábigo al sur de Mumbay.
En la actualidad, no pertenece al Estado de Gujarat, en el que están incrustadas las dos ciudades, sino directamente al Gobierno Federal de Delhi. Esta circunstancia les otorga un status singular, incluida la posibilidad de vender alcohol, prohibido en el estado circundante.

Sabiendo todo esto, busco meticulosamente a los portugueses y el hilo de recuerdo que han dejado aquí.

Me intereso por las construcciones que tienen esa ventaja de la durabilidad, pero en verdad lo que escudriño es la presencia de las personas: del funcionario de correos enviado aquí a principios del siglo pasado desde Evora; el marino de Setubal que harto de bordear el cabo de Buena Esperanza decide quedarse; el militar joven que vino aquí a principios del siglo XVIII pensando en hacer carrera y solo encontró el calor, las interminables noches de Asia y el olvido.

Y no solo en ellos. También pienso en niños bulliciosos que aprendieron aquí a hablar portugués en casa, esposas e hijas arrastradas a este destino, novias alegres sonriendo en la iglesia a los jóvenes de su época.


Puede que todos esos pasos en las casas, en las calles, en el Mercado se hayan ido definitivamente. Pero………….también puede ser que no.






















Leí en alguna parte que las personas existen mientras queda alguien que las recuerda