viernes, 14 de diciembre de 2012

Chicas

A pocos kilómetros de Koh Kong, en Camboya, hay un extenso poblado de pescadores en el que las casas, construidas sobre pilotes de madera hincados en el agua, forman largas hileras con la única vecindad de una pasarela interminable.

Pasé casi toda una mañana explorando el lugar y parando cada poco para aliviar el intenso calor de ese día. Cualquiera al verme tan acalorado me ofrecía el cobijo de la sombra de su casa. Aceptaba en silencio la hospitalidad, respondía con sonrísas y cuando recuperaba un poco la temperatura proseguía mi ruta.

De todas las paradas ninguna fue tan divertida como la de una pequeña tienda de comestibles poblada por niñas ociosas y alegres. Todos los rostros me parecieron llenos de expresividad y de belleza.


Una hora más tarde, en un rincón del manglar con el que termina por desdibujarse en el mar la línea de costa, aparecieron nuevamente aquellas chicas como si fueran los enanitos de un cuento, que como todo el mundo sabe aparecen y desaparecen cuando les viene en gana. Se apañaron para explicarme que querían que les hiciera fotos y, como es natural, no pude luego darles nada salvo escudriñar en la pequeña pantalla de la máquina.

Dejo las fotos de las chicas en este blog para que puedan verse cualquier día:




Y el extraordinario lugar en el que viven y juegan: