lunes, 26 de noviembre de 2012

Kampot

Acabo de llegar a esta cuidad y no me ha dado tiempo más que para buscar hotel y lanzarme a identificar y ponderar los lugares para aprovisionarme: Un taller de alquiler de bicis, un bar para el desayuno, un chiringuito para la sopa del mediodía, un comedor de cena sencilla y cosas así.

Kampot se ha desvanecido al atardecer y la población local ha desaparecido a sus quehaceres domésticos.

Han quedado tan solo dispersas ascuas de luz en la penumbra de las calles para cobijar a los turistas, saciar su hambre, encender su tabaco, y rellenar sus copas. "One more beer"

Trozos de luz.

He encontrado, también, el pedazo de luz blanca de un pequeño hospital






Hospital de Kampot