jueves, 9 de junio de 2016

De vuelta


Hoy me he despertado de vuelta a la vida normal.

Cuando dejo de caminar, como de pedalear sobre la bicicleta, llega este día de cambio, de desconcierto.

Parece ser que el viaje ha terminado. Un reto que se ha conseguido y habría que celebrarlo. Pero, en realidad, yo no veo una línea en el suelo que diga "meta".



Siento tan sólo una suspensión, un tiempo de descanso, y al levantar la mirada del suelo trato de imaginar hasta donde llegaré la próxima vez.

Hoy toca volver a los días confortables. Regresar a la vida bien organizada y alejada de la intemperie de los caminos. Descanso para el cuerpo y alivio a la soledad de estas jornadas de junio.

Amor, familia y amigos. Ahí está de nuevo mi recompensa.

Vamos ahora a "andar" la vida.




martes, 7 de junio de 2016

Etapas largas

Llamó así a las jornadas en las que camino más de 30 kilómetros. Para mi son "etapas reina",  en homenaje a los días duros de los ciclistas de ruta.

En esta sesión portuguesa de Península, para doblar al fin el Cabo de San Vicente,  he hecho dos de estas etapas. Una el sábado desde Raposeira a Arrifane de 35 km y otra ayer de Ocedeixe a Almograves de 32 km. En los días días hacía calor, aunque moderado

Hay que pensárselo bien antes de lanzarse a esas distancias. Las cuatro reglas adicionales de mi preparación que sigo para estos casos son:

Preparar la tarde anterior tres raciones de espaguetis con carne y tomate. Una para cena, otra para desayuno y la última para el camino.

Empezar y terminar la jornada lo antes posible e intentar no sobrepasar las 8 horas en ruta.

Ser riguroso en los descansos. 5 minutos cada hora, sin sentarse, y dos descansos intermedios mayores de 20 minutos para comer y 20 para el café+cocacola de la sexta hora.

Mantener en todo momento la concentración y alimentarla de estímulos positivos.

Tantas horas caminando sólo dan para mucho. A veces me crezco y pienso en alcanzar el hito de los 40 km pero al siguiente rato me entretengo quitándome tan peregrinas ideas de la cabeza.

Quien sabe!

jueves, 2 de junio de 2016

Me guarda el silencio


La mayor parte del tiempo transito por caminos vacíos.

Es verdad que en algunas playas o en pequenhos pueblos costeros se agitan los primeros turistas de la temporada pero en tantos kilómetros puede decirse que no hay nadie.


Todo el ruido sale de mis pasos: el golpe ritmico de mis palos contra el suelo, la caída suave de mis botas a cada paso y el aire silencioso que choca con mis orejas.

Afuera, es el silencio el que me guarda. El que se queda cuando ya me pierdo en un recodo