Documentos de Viaje

sábado, 17 de abril de 2010

Historias perdidas

Esta tarde he entrado en una iglesia cristiana metodista de Causeway Colaba,  no porque fuera bonita sino porque, raramente, estaba abierta.

Fea. También era fea por dentro. Recorrí los laterales leyendo lápidas recordatorias que habían sido puestas allí en diferentes momentos y siempre en honor de miembros prominentes de la comunidad.

De entre todas ellas me detuve en una que encontré llena de misterio y de porvenir. Es esta:


Nada menos que informaba de que el Reverendo G.W. Clutterbuck, hombre de encomiables virtudes, había perecido en un desastre naval. Se precisaba incluso el nombre de la nave: El S.S. Estella y el lugar: Cerca de las Islas del Canal.

Mi afición a visitar los cementerios y leer con detenimiento las inscripciones de las lápidas viene del placer que le encuentro a pensar, fabular o reconstruir las historias vividas a pesar de que todo indica que están, además de pasadas, olvidadas.

De hecho pienso que en algún lugar, parecido a ese al que van a parar los mensajes enviados con certeza pero que nunca fueron recibidos por su destinatario, se almacenan las historias perdidas.

Y prueba de que esta hipótesis no es del todo descabellada es que he buscado y encontrado la historia del Reverendo. Si, aquí en Bombay, un par de horas después de saber que vivió y que murió y............................... a ciento once años de aquella fecha!!


Sobre el desastre del S.S. Estella se ha escrito mucho (aunque yo nunca hubiera leído nada ..) El mejor enlace me ha parecido el que aparece en una guia sobre la historia de Southampton y en que llega a dar detalles hasta de la tripulación y los fallecidos en el naufragio uno a uno.

A pesar de que no fueron muchas las victimas el desastre tuvo una gran repercusión en la Semana Santa de 1899 y se vio envuelto en toda clase de rumores.

Al parecer, el barco que se dirigía de Shouthampton a Guenersey y que puede que participara en una carrera secreta de vapores,  muy comunes en la época, embistio de lleno a un faro en las cercanias de las Chanel Islands. Como consecuencia, se fue a pique rapidamente y se dieron, no obstante, abundantes pruebas de heroísmo.

También he encontrado al momento una referencia en castellano al episodio; menos precisa pero me he enterado mejor.

La historia no termina ahí.

Y que paso con el Reverendo Clutterbuck?

Si uno busca en el índice de la pagina la lista de los Passengers and Crew Lists, Saved and Drowned , vera que el Reverendo no figura en la lista oficial de viajeros y que aunque se dice, mas abajo, que iba en el buque no hay forma de saberlo con certeza. Tan solo se supone.

Son muchas las opciones que se abren a partir de ese dato. Inmediatamente he recordado aquella historia perdida de Julio Cortazar que escribió en 1962 con el nombre de "Las lineas de la mano" y se recoge en su libro “Historias de cronopios y de famas”

Aquí esta:

"De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hasta el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en este instante empieza a cerrarse sobra la culata de una pistola".

Hay tantas historias para seguir..............................


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